Estimados vecinos:
A lo largo de mi vida enfrenté varias situaciones. Hasta me tocó estar detenido por ser honesto y defender los ideales de la democracia, en un país donde la corrupción y la represión eran moneda corriente; no tan diferente a como lo sigue siendo en la actualidad. He visto de todo y muchas veces en el camino me encontré obstáculos y límites propios. Algunas barreras pude superar, pero otras me superaron a mí. Pero a los 75 años de edad que tengo, puedo decir que viví, que duermo con la conciencia limpia y que todas las mañanas que me levanto es para seguir viviendo. Por eso sigo con este sueño de mis ancestros y por mis nietos, de construir esa Argentina que todos soñamos. Por ello, toda mi vida me preparé para la actividad pública y logré llegar a servirle al pueblo argentino desde la Cancillería de la Nación, en el gobierno de Raúl Alfonsín, por recomendación de Arturo Frondizi, de quien fui alumno y para quien trabaje en mi juventud, cuando me iniciaba en la vida profesional de las ciencias comerciales. Hoy lo llamaríamos ciencias empresariales y abarca todo un campo de carreras como publicidad, marketing, recursos humanos, finanzas y administración de empresas. Bueno, en mi tiempo, todo eso era un campo a conocerse y eso se estudiaba en la licenciatura en ciencias comerciales, cuál cursé y me gradué en lo que hoy se conoce como Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). Pero antes de ello, había estudiado tres años medicina en la Universidad de Buenos Aires, y tuve como docentes a los médicos Bernardo Houssay y Raúl Matera. Ambos me iniciaron en el campo de la investigación científica, a tal punto que fui becado para estudiar desde y en el CONICET, la investigación científica. Pasaron muchos años, seguí estudiando y trabajé en grandes empresas argentinas del sector privado, como Molinos del Río de la Plata, en el Grupo Goar Mestre y en Multicanal haciendo la base de lo que hoy sería Cablevisión y Fibertel.
No voy a negar que empecé de muy joven como albañil y docente rural, porque de eso me recibí cuando terminé el secundario, que era bachillerato y magisterio, ambas cosas (dado que Perón había decretado que se debía preparar docentes por la falta de ellos en el interior argentino). Me vine a vivir a Buenos Aires desde el Gualeguaychú de Entre Ríos que me vio crecer, trabajé, estudié y formé mi familia en los valores cristianos y cívicos de la dignidad, de la honestidad, de la ética, de la solidaridad y del respeto al prójimo. Porque creo en ello, en la no violencia, en la convivencia entre la diversidad de seres, en la tolerancia y la armonía de un mundo justo, solidario e igualitario. Y justamente eso había aprendido en el radicalismo que milité y heredé de mis ancestros. Vengo de una familia de anarquistas, comunistas, socialistas y radicales, aunque mi padre fue de aquellos peronistas revolucionarios que el 17 de Octubre marchó desde La Plata. La vida, en un momento dado, cuando Aramburu había derrocado a Perón, hizo que me alejara de la Unión Cívica Radical que pactaba con el golpismo y la dictadura, para formar parte de una Junta Consultiva que vendría a reemplazar a la democracia del pueblo y a sus instituciones como lo es el Congreso de la Nación. Por eso, junto a Frondizi, formamos la Unión Cívica Radical Intransigente, conocida como UCRI, y llegamos al gobierno entendiendo que la Argentina que debíamos construir era la del crecimiento con desarrollo armónico y sostenido, de la cultura del trabajo y de la educación, en donde se entienda que los sindicatos están para defender a los trabajadores y no para controlarlos, que la convivencia es parte de esa Argentina que estaba dividida en una antinomia con la que la crispación sería difícil de malear. La UCRI fue una bandera de unidad y libertad, para peronistas, radicales, demócratas cristianos y socialistas. Hoy, la historia recuerda a Frondizi como aquél gobierno que cumplió con su palabra, que quitó la proscripción al peronismo, que no robó, que dio libertad a la prensa en tiempos donde la censura era algo tradicional y que sobre todo desarrolló el país radicando industria pesada, creando una red de autopistas y trenes, construyendo hospitales, escuelas, diques, puentes, caminos, usinas y fábricas sobre toda la república. Ese mismo desarrollo que tiene hoy Brasil es el que emprendió la Argentina de los '60 que continuó las políticas industriales y sociales que implementó Perón, fortaleciéndolas y llevándolas a un nuevo horizonte de innovación e integración al mundo. Frondizi fue el único que pudo lograr resistir más de 32 intentos de golpes de estado, y que a pesar de ello continuó con su cometido de ver la integración americana como algo posible. Arturo Frondizi fue un gran amigo de Kennedy, como también lo fue de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara. Rogelio Frigerio fue un pensador marxista y fue el socio de Frondizi, hasta que los militares lo obligaron a renunciar, yo presente, para poner a Alsogaray. Allí fue donde empezaron las penas, dada la incompetencia del nuevo jefe de la cartera de Economía que produjo los peores niveles de inflación y decrecimiento del gobierno de Frondizi. Y aunque la gente no lo sepa, Frondizi e Illía, los "Dos Arturos", tenían una gran amistad que los unía en un proyecto de país honesto, transparente, digno y desarrollado, a pesar de que los separaba un partido que en la historia sería el que más escisiones junto a la izquierda tuvo en el país, luego de la muerte de Nahuel Moreno.
Cuando regresó la democracia, Raúl Alfonsín me convoca por recomendación del ya envejecido Arturo Frondizi, para encargarme de la democratización y profesionalización de las Fuerzas Armadas que había sido detrimentada como institución y como fuerza de defensa del país, por todas las dictaduras militares argentinas. Para ello y con una formación militar y profesional, teniendo una maestría en Estrategia Operativa General, fui nombrado Coronel de Reserva del Ejército Argentino. Luego me incorporaron en la Cancillería, para trabajar con Dante Caputo. Termino retirándome de la función pública, cuando denunció los sobreprecios, la venta de instalaciones militares para megaemprendimientos y el tráfico de armas, en 1993, por lo que fui arrestado por sedición y traición a la Patria. No tardó mucho tiempo en que me liberaran y los jueces declararan que no hubo conducta alguna que dañara mi buen nombre y hasta me recomendaron que iniciara un juicio por calumnias e injurias a Carlos Menem. Pero yo me conformaba con que la verdad se supiera, y con una simple disculpa, ya podía conformame. Tuve que renunciar porque el ámbito se hacía difícil y así me retiré a la actividad privada y luego me jubilé, y caí en la desgracia actual de tener que luchar contra el Estado para que me dé una jubilación digna y acorde a los aportes que realicé durante más de 30 años. Con ello empecé a unirme a instituciones, movimientos y organizaciones de jubilados y pensionados, a las cuales muchas el día de hoy integro y represento en el Gran Buenos Aires. Sucede que hace más de 20 años atrás, vívía, como viví casi toda mi vida, en Lanús; pero me mudé al municipio donde toda mi familia, mis hijos y nietos, se formaba: Vicente López.
Esta Vicente López en donde mis hijos viven y trabajan, donde mis nietos hicieron sus amigos y estudiaron en sus escuelas, esta ciudad que tiene las mejores posibilidades de ser una ciudad ejemplar del desarrollo y el progreso. Mantuve mi contacto con el vecinalismo, con el MID, el Partido Intransigente y el radicalismo, pero no regresaría a la política hasta hubiese signos claros de cambio. En el 2008, con el patrocinio de instituciones de jubilados y pensionados, me postulé a Defensor del Pueblo de Vicente López, logrando votos de concejales de la oposición, para aquél entonces. En el 2009, dado que no se había podido elegir al Defensor del Pueblo, volví a presentarme, pero Enrique García no tuvo mejor idea que proscribir a todos los candidatos que no representaban su manera de administrar los poderes del Estado. Ese mismo año, encontré el Acuerdo Cívico y Social, un espacio de diversos partidos políticos, que tenían una propuesta clara y un equipo para hacer un cambio. Entre ellos estaba la Coalición Cívica, un espacio con empuje, con trayectoria, libre de cualquier intención corrupta y corporativa, con referentes como Cristina González y Julieta París, hoy funcionarias públicas. A la Coalición Cívica ARI me uní, junto a otros radicales, jubilados y socialdemócratas. Creamos el Instituto Social para el Desarrollo, los equipos técnicos, la coordinación de fiscalización electoral y todo ello me llevó, junto a mi trayectoria, a ser candidato a Concejal por la Coalición Cívica, llevando por consenso como Intendente a Cristina "Pochi" González, Concejal y Presidente de la CC ARI de Vicente López. Pero ello no resultó debido a un injustificado e inexplicable motivo, el cual me decepciona y me resulta ofensivo; y como dije en los medios gráficos, digitales y audiovisuales, decidí junto a este sector de radicales, socialistas y socialdemócratas de un ARI progresista, abandonar la Coalición Cívica que me desconoció y me invitó a salir por la puerta de atrás. No renuncio al ARI, sigo siendo ARI, pero no continúo en la Coalición Cívica que dice ser democrática, pero en la práctica le tiene temor a la democracia. Le tengo un respeto a Elisa Carrió, a Juan Carlos Morán y a muchos otros dirigentes nacionales, provinciales y municipales de la Coalición Cívica. Pero toda decisión tiene sus consecuencias y una de ellas es mi partida. Admito que me costó irme, pero es lo mejor y porque siento que no me representa la conducta ni el camino tomado. La humillación al militante se debe al temor de un contrincante que esperaba perder y a costa de no perder, tiende a la desigualdad y a la vejación; aunque eso es una falta de respeto a su propia persona, por desconfiar de sus resultados y de sus propias posibilidades; aunque todos sabemos que eran mínimas. No hay dedocracia, vedettismo ni soberbia que puedan contradecir la verdad ni opacar el resultado de las urnas. Y es con la convicción que no puedo acompañar a una lista que no ha querido competir contra nosotros en justa ley y en un marco de igualdad, donde la mayoría de sus miembros vienen de espacios del mismo conservadurismo que representa la UceDe, que hoy tiene a su referente Boudou como candidato a vicepresidente, a sectores de Recrear que están más cerca de apoyar a Macri y a Duhalde que a la mismísima Carrió y a gente que no sólo es extra partidaria, sino que desde la función pública han hecho estragos, no han trabajado y han comprometido su palabra y fallado en el intento de saber lo que es trabajar y gestionar para el vecino. Varias confusiones, varias ausencias, pocos proyectos, muchas mentiras y mucho maltrato es una mala mezcla para hacer un cóctel de cambio y solicitar una reelección de banca. Pero la mitomanía es una enfermedad, así como el delirio, la insania y ello es el producto de creerse sus propios engaños y vendérselos a una sociedad que estaba expectante de un cambio.
Pero hay una solución, hay una propuesta, hay una posibilidad de cambio, y eso es lo que representa para mi el Frente Amplio Progresista. Por eso, decidimos acompañar al Lic. Sebastián Cinquerrui, aquél Diputado Provincial de la Coalición Cívica ARI, que hoy es candidato a Diputado Nacional por el Frente Amplio Progresista. Vamos a acompañar al Arq. Horacio Alcuaz, actual Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires, como candidato a Intendente de Vicente López y al Ing. Carlos Roberto y Norberto Antelo, como candidatos a Concejales. Este es un proyecto que lo acompaña el vecinalismo independiente, el radicalismo progresista, el socialismo, el GEN de la Diputada Nacional Margarita Stolbizer, candidata a Gobernadora de Buenos Aires, el gremialismo democrático y otras fuerzas progresistas. Hoy la Coalición Cívica, que sigue siendo encabezada por la concejal y dirigente Cristina "Pochi" González, Julieta París y la mayoría de la Mesa Directiva, no tiene candidato ni propuestas propias, dado que la falsa opción que se presenta, es la opción de Unión Por Todos que comanda Patricia Bullrich, no Elisa Carrió ni Juan Carlos Morán. Es hora de pasar al Frente, por el Municipio, por la Provincia y la Argentina que todos queremos. Demos un paso al frente, votemos Lista 134 A.
Muchas Gracias,
Dr. Enzo David Pomi
DNI 5.860.299
Doctor en Ciencia Política
